TRADUCCIÓN JURÍDICA

La traducción jurídica es la traducción de textos en el campo del Derecho. Los documentos a traducir pueden ser públicos, provenientes de la administración u organismos públicos, o privados, generados para reglar jurídicamente acuerdos entre particulares y/o empresas.

En este servicio encontramos contratos, testamentos, certificados de verificación, declaraciones de testigos, actas de constitución de una sociedad, documentos de litigio, documentos de inmigración, fideicomisos, etc.

Es primordial que sólo traductores profesionales especializados en traducción jurídica, con formación académica en Derecho, traduzcan documentos legales. Pues una mala traducción puede dar lugar a graves consecuencias legales, pérdida de negocios, clientes y/o dinero.

La importancia y el uso de la traducción jurídica han aumentado en los últimos años, por un lado, porque el comercio internacional necesita este tipo de traducción para la firma de contratos de compraventa, transporte, distribución, representación comercial, etc. Y por otro lado, porque la facilidad de la movilidad de la población mundial y el aumento del turismo han generado relaciones jurídicas y administrativas que necesitan ser traducidas (por ejemplo, hay ciudadanos extranjeros que otorgan testamento fuera de su país, agencias inmobiliarias que venden sus propiedades a extranjeros, personas que son víctimas o autores de un delito en un país que no es el suyo).

Aunque normalmente la traducción jurídica se ocupa de textos relacionados con la disciplina del Derecho, en ocasiones un texto jurídico puede incluir partes más específicas de otro campo o sector. Por ejemplo, los contratos de compraventa de maquinaria industrial contienen especificaciones técnicas que no corresponden al campo del derecho.

En cuanto al tipo de traducción jurídica, nos encontramos con tres modalidades distintas: la traducción escrita, que es la más frecuente; la traducción a la vista, que se utiliza en los juicios (cuando el juez pide al intérprete que lea el acta redactada por el secretario en el idioma requerido o cuando se le pide que traduzca a la vista una prueba documental) y en las notarías (cuando el notario facilita al intérprete el poder, escritura u otro documento que van a firmar las partes pidiendo que lo traduzca a la vista); y la interpretación, que puede ser simultánea o consecutiva, y que se utiliza tanto en juicios como en careos, interrogatorios, reuniones entre abogados y clientes o en firmas de contratos en notarías cuando hay implicado algún ciudadano extranjero.

Ni ciudadanos ni empresas deben jugarse su libertad, economía o negocios por una traducción mal hecha. Nuestras traducciones jurídicas están desarrolladas por traductores formados en Derecho para poder garantizar que  sean precisas  y de alta calidad para nuestros clientes.

Su seguridad es la nuestra.